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Como he dicho antes, bebo la piel con manos lúdicas, vehementemente borrachas de tanto poro abierto al camino de esas extremidades que solo saben tocar, sentir, ser y hacerse sensibles de lo que se me antoje en ese instante lívido.
Soy así, borracho empedernido de las piernas firmes, ebrio consumado de las torrenciales vibraciones en derretido cuerpo femenino, siempre mórbido como Jean Baptiste Grenouille* que busca el amor sensual infinito de total y a la vez inconsciente entrega, para recorrer poro a poro los elementos sublimes del cuerpo perfumado de la mujer. Por que cada vez que respiro después de consumarme con una dama (por más o menos puta que sea en la cama) inhaló y exhalo todo, todo su aroma.
Y sí, también me gusta sentir los palmos con sus lineas vitales, sus dactilares, sus uñas, la hendidura que se marca en mis piernas, por ellas las manos de mi mujer.
Y se que es mi mujer en el PRECISO INSTANTE* que este conmigo, después, un recuerdo agradable que quisiera se volviera a repetir, una esencia memorable, una historia sin nombre en un blog, una certeza de saber que no sigo con ella por que no es LA MUJER.
*Patrick Süskind "El perfume"
*Otra entrada (supongo que la que sigue de esta).
Y sí, también me gusta sentir los palmos con sus lineas vitales, sus dactilares, sus uñas, la hendidura que se marca en mis piernas, por ellas las manos de mi mujer.
Y se que es mi mujer en el PRECISO INSTANTE* que este conmigo, después, un recuerdo agradable que quisiera se volviera a repetir, una esencia memorable, una historia sin nombre en un blog, una certeza de saber que no sigo con ella por que no es LA MUJER.
*Patrick Süskind "El perfume"
*Otra entrada (supongo que la que sigue de esta).
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