miércoles, 4 de febrero de 2009

Una carta desesperada

Lúdicos alcoholes de cebada, lúpulo, malta, maíz, uva, maguey, cascara de papa y centeno, venid todos a mi, que quiero ponerme la peda más grande de mi vida, morir concervado, incorrupto, en alcohol. fumar hasta fumarme a mí mismo, acariciar el futuro como algo en que el pasado me orillo a dejar de planear, hasta que sea fuego, y la humedad de las lágrimas que ya nunca salen, se evaporen con el olor perturbante de lo liquido y humeante juntos.

Un habano para el dolor, un Jacky (Daniel´s) para la presión y un chocolate amargo para el amor.

PD. lleguen antes de que recobre la memoria.

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